La historia y la cultura con la que se identifican los pueblos del Adaja están íntimamente vinculadas a sus formas de vida, siendo la agricultura y la ganadería las actividades que han impregnado las señas de identidad de sus gentes. La realización de las antiguas faenas agrícolas de la misma forma que se hacían hace cientos de años constituye un testimonio vivo que todavía hoy puede contemplarse en la zona de Gallegos y Brieva.
Igualmente, son numerosos los aperos de labranza que se conservan en las casas, corrales, pajares y paneras de las localidades de la zona: viejos establos y dependencias agropecuarias, viejos aperos de labranza conservados en antiguos edificios o abandonados en las eras y, sobre todo, las faenas agrícolas que se realizan como antaño en las mismas o en Gallegos y Brieva.
Rutómetro
Recorrido descriptivo de las faenas agrícolas realizadas tradicionalmente por los labradores, según texto de Teófilo Domínguez (Mingorría 1917-1995).
Además, viajamos con los últimos yunteros y agricultores a la antigua usanza. Por un lado, se recopila el proceso literario de la siembra y la recolección, y por otro se rescatan los personajes vivos que aún mantienen los viejos usos.
¿Cómo llegar?
Los pueblos de la ribera del Adaja tienen fácil acceso por las carreteras que discurren paralelas al río en dirección Arévalo, y en ellos todavía abundan numerosas dependencias agrícolas.
En las eras quedan viejas casetas de aperos y restos de viejos carros, y en Gallegos de San Vicente y Brieva aún perviven las faenas realizadas con vacas y burros.
A estos pueblos se llega desde Tolbaños por Mingorría, o mejor desde la capital abulense por el desvío de Vicolozano, en la carretera de Madrid N-110.
Fuente: www.turismoavila.com
La agricultura y la ganadería han impregnado las señas de identidad de nuestra gente, de nuestra Comunidad