Para los amantes del senderismo, del deporte, la naturaleza, la historia, la arqueología, la arquitectura, de las tradiciones… realizar cualquiera de las rutas que os exponemos a continuación motivaría a más de uno, y es que la zona bien merece explorarla y admirarla en toda su plenitud. Una maravilla para los sentidos, posible en Mingorría.
Ruta del Río Adaja. El paisaje sobrecogedor que presenta el río Adaja cuando abandona la ciudad de Ávila y traspasa la presa de Las Cogotas es digno de admirar. En el recorrido pueden observarse los extraordinarios berrocales graníticos rodeados de encinas y los pinares que se multiplican al avistar la tierra más llana, así como los numerosos molinos que se asoman desde las márgenes del río.
Ruta de los Molinos. Breve recorrido por el importante número de molinos de la ribera del Adaja y del Voltoya, situados en Cardeñosa, Mingorría y Zorita de los Molinos, Pozanco, Navares, Velayos, Las Gordillas, Aldealgordo y Tolbaños. Sobre el recorrido se recogen apuntes históricos y descripción del funcionamiento de los molinos y el noble oficio de molinero.
Ruta de los Chocolateros. Al viajero debe sorprenderle gratamente llegar a Mingorría y descubrir aquí una antigua fábrica de chocolates, tal cual dejo de funcionar en 1970, después de haberlo hecho durante más de 150 años. La fábrica conserva intactas sus instalaciones y el coche-furgoneta comprado en 1934 para repartir.
Ruta Arqueológica. Los abundantes restos de asentamientos culturales de pueblos primitivos de la prehistoria y la historia antigua encontrados en la zona de la ribera del Adaja sirven para reencontrarnos con el origen de nuestra civilización. Una importante muestra de los hallazgos descubiertos se encuentra en el Museo de Ávila.
Ruta de los Canteros. Muchos pueblos de la provincia abulense se ven rodeados de grandes piedras granillosas, algunas son de color rojizo o amarillento, y otras son gris-perla con puntos negros y espejuelas, rocas graníticas se llaman. Un buen día, el hombre se subió a ellas y, tras observarlas armado de rudimentarias herramientas, decidió extraerlas, cortarlas y darles forma. Desde entonces hizo de la cantería su oficio y su vida, convirtiendo, sin saberlo, su trabajo artesanal y anónimo en arte, contribuyendo con ello a crear el paisaje arquitectónico de los pueblos y ciudades.
Ruta de los Labradores. La historia y la cultura con la que se identifican los pueblos del Adaja están íntimamente vinculadas a sus formas de vida, siendo la agricultura y la ganadería las actividades que han impregnado las señas de identidad de sus gentes. La realización de las antiguas faenas agrícolas de la misma forma que se hacían hace cientos de años constituye un testimonio vivo que todavía hoy puede contemplarse en la zona de Gallegos y Brieva. Igualmente, son numerosos los aperos de labranza que se conservan en las casas, corrales, pajares y paneras de las localidades de la zona.
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Nuestras rutas, ¡una maravilla para los sentidos posible en Mingorría!